El presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, tiene un “presentimiento muy malo” sobre la economía y necesita recortar cerca de un 10% de los puestos de trabajo del fabricante de autos eléctricos, aseguró en un correo electrónico a ejecutivos, al que accedió Reuters.
El mensaje, enviado el jueves y titulado “suspender todas las contrataciones en todo el mundo”, se conoce dos días después de que el multimillonario dijo al personal que vuelva al lugar de trabajo o se vaya, y se suma a un coro de advertencias de líderes empresariales sobre los riesgos de una recesión.
Casi 100.000 personas estaban empleadas en Tesla y sus filiales a fines de 2021, según su presentación anual ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Tras conocerse el mail, la firma no estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios.
Las acciones de Tesla perdieron casi un 9,2% en Wall Street.
Musk realizó advertencias en las últimas semanas sobre los riesgos de recesión, pero su orden de congelar las contrataciones y los recortes de personal fue el mensaje más directo y de mayor repercusión.
Hasta ahora, la demanda de autos Tesla y otros vehículos eléctricos (VE) se mantuvo fuerte y muchos indicadores tradicionales de una recesión -incluyendo el aumento de los inventarios de los concesionarios y de los incentivos en Estados Unidos- no se materializaron.
No obstante, Tesla tuvo problemas para reanudar la producción en su fábrica de Shanghái después de que los confinamientos por el Covid-19 obligaron a costosos paros.
“La mala sensación de Musk es compartida por mucha gente”, admitió Carsten Brzeski, del banco holandés ING. Y añadió: “Pero no estamos hablando de una recesión global. Esperamos un enfriamiento de la economía mundial hacia finales de año. Estados Unidos se enfriará, mientras que China y Europa no van a repuntar“.
Las sombrías perspectivas de Musk se hacen eco de recientes comentarios de ejecutivos como el presidente ejecutivo de JPMorgan Chase & Co, Jamie Dimon, y el presidente de Goldman Sachs, John Waldron.
La inflación en Estados Unidos está en máximos de 40 años y provocó un salto en el costo de vida de los ciudadanos, mientras la Reserva Federal se enfrenta a la difícil tarea de ralentizar la demanda lo suficiente como para frenar la inflación sin provocar una recesión.