Bitcoin no logra siquiera acercarse a los u$s24.000, una resistencia clave que se sostiene desde principios de mes, mientras que Ethereum está acechando los u$s1.700 entra las principales diez criptomonedas, que cierran la semana en verde.
Según ámbito, cabe remarcar que Bitcoin, la líder de las criptomonedas, registró una ganancia del 17% en julio, lo que lo convirtió en el mejor mes desde octubre del año pasado, aunque analistas especulan con que puede seguir el mercado bajista para estos activos.
En los primeros días de agosto, Bitcoin superó los u$s24.000, su nivel más alto desde mediados de junio, mientras que Ether -la segunda mayor criptomoneda del mercado- registró un salto del 70% el mes pasado, su mejor nivel desde enero de 2021.
Bitcoin había llegado a caer por debajo de u$s20.000 a fines de junio y julio en medio de la preocupación por los aumentos de las tasas de interés y la inflación, así como por problemas internos de las criptomonedas, como la implosión del ecosistema Terra/Luna y el fondo de cobertura Three Arrows Capital.
Según el analista Alberto Cárdenas el repunte reciente de bitcoin y ethereum (ETH) ha sido un bear market rally perfectamente previsible y natural dentro de los procesos de ajuste. Considera que esas subidas no significan que seguirán en alza o que ya hemos pasado los mínimos de esta temporada bajista.
Cardenas indica que “hay potencial” para caídas más importantes del precio de bitcoin y otras criptomonedas entre octubre de 2022 e inicios de 2023. Piensa que en esa temporada veremos los últimos 60 días del ciclo, los cuales estima que siempre son los más salvajes. De ese modo, mantiene una previsión de precios para ese entonces por debajo de los mínimos anuales que pisaron recientemente.
“En mi opinión, nosotros no hemos visto los mínimos en el mercado de criptoactivos en precios, ni tampoco en los mercados regulados. La razón principal es que estamos en un ciclo de drenado de liquidez que no ha terminado. Principalmente por el ajuste de tasas de los dos bancos centrales más importantes (de Estados Unidos y Europa)”, dice el analista.
En cambio, la economista Natalia Motyl creen que “un nuevo shock exógeno” va a afectar a las economías. Sobre todo, a aquellas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad mayor, lo que entiende que podría aumentar la demanda de bitcoin – y el precio- y otras criptomonedas como protección.
