Trabajó de chapista toda su vida, tuvo siete hijos y ya se convirtió en bisabuelo. Pero Osvaldo Ojeda se convirtió en noticia por otra razón: a los 83 años se recibió de abogado en la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), en Corrientes.
El título de nivel superior que obtuvo a esta edad le otorgó una exposición pública a la que no estaba acostumbrado. “Siempre me mantuve en el anonimato, todo esto me está resultando muy raro“, dijo.
Según el ahora doctor Ojeda, logró terminar la carrera “con paciencia y perseverancia“, aunque reconoció que le resultó muy difícil. “Comencé a estudiar a los 68 años. Se me ocurrió hacerlo un día que nombraron a mi hijo fiscal de instrucción en la localidad de Saladas, entonces me dije: mi hijo tiene que tener un padre abogado“, relató.
“Imagínese, yo soy chapista, trabajé durante 60 años en mi taller, estaba en las antípodas del derecho, era otra cosa, un sueño”, dijo aún sorprendido por su graduación.
Ojeda recordó que en sus primeras clases sus compañeros lo miraban con curiosidad, porque al verlo llegar pensaban que se trataba del profesor y no de un alumno. La integración, admite, fue difícil: “Ellos hacían jodas y se mataban de risa. Y cuando estudiábamos en grupo también era difícil para mí adaptarme. Por eso les pedía a los profesores hacer los trabajos solo. Lo aceptaron y me fui acomodando“, contó.
También recordó que “durante los 15 años que cursé, me tuve que sentar adelante, en la primera fila, no porque quisiera, sino porque era la única forma de escuchar y ver bien“.
Ahora, con el diploma bajo el brazo, Ojeda quiere celebrar su graduación. “Haremos una gran fiesta para mediados de enero, frente a mi casa en el barrio Libertad y ya estamos pidiendo autorización para cortar la calle”, dijo. “Vamos a festejar a lo grande”, concluyó./Crónica