Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las ventas en los supermercados experimentaron un crecimiento del 3,8% en marzo en comparación con el mismo mes del año anterior. Los grandes centros comerciales registraron un incremento del 6,9% interanual, mientras que los autoservicios mayoristas experimentaron un ligero aumento del 0,1% en los últimos 12 meses.
En términos monetarios, las ventas en los supermercados alcanzaron los $363.217,60 millones, lo que representa un incremento del 114,9% en comparación con el mismo mes del año anterior. Estos datos son superiores a la tasa de inflación del período, que fue del 104,3%, según lo detallado por el INDEC.
Los grupos de productos que experimentaron los mayores aumentos en las ventas en comparación con el mismo mes del año anterior fueron: Bebidas (+150,3%); Verdulería y frutería (+148,3%); Alimentos preparados y rotisería (+143,8%); y Artículos de limpieza y perfumería (+118,1%), según la medición a precios corrientes.
En marzo de 2023, el 28,1% de las ventas totales se realizaron en efectivo, el 30,0% mediante tarjeta de débito, el 37,1% con tarjeta de crédito, y el 4,8% a través de otros medios de pago. En cuanto al canal de venta, el 96,8% de las ventas se realizaron en el salón de los supermercados, mientras que el 3,2% se llevó a cabo a través del canal online.
El economista Isaac Rudnik, director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), analizó estas tendencias de consumo y señaló que si bien se observa un crecimiento en comparación con marzo de 2022, también se aprecian fluctuaciones significativas en los últimos meses. Rudnik atribuye estos vaivenes a los incrementos de precios y destaca la caída general en las ventas de las pequeñas y medianas empresas (PyMES), lo que indica un descenso global del consumo que, aunque no es catastrófico, es significativo.
Después del salto inflacionario de abril, que alcanzó el 8,4%, el Ministerio de Economía anunció medidas para fomentar el consumo, como aumentar los límites de compra y tarjetas de crédito, y reducir la tasa de interés para el programa Ahora 12. Sin embargo, Rudnik se muestra escéptico ante estas iniciativas y enfatiza que si no se controla el ritmo de aumento de los precios, es difícil lograr un aumento en el consumo.