WhatsApp es la plataforma de mensajería instantánea más usada en el mundo. Es por esto que las personas que están detrás de esta empresa se encargan de sumar nuevas herramientas de manera seguida y mejorar la experiencia del usuario todas las veces que sea necesario.
Una de las herramientas más usadas y más cómodas son las notas de voz. El problema es que, muchas veces, la otra persona se le complica llevarse el teléfono al oído para poder escucharlo o, simplemente, prefiere leerlo.
Para estos casos se puede acudir a Alfred The Transcriber, un bot que se encarga de escribir los audios de WhatsApp para cuando no está disponible para escucharlo.
Por el momento WhatsApp no tiene un sistema que facilite esto, pero según dicen, el equipo está trabajando en este asunto. A diferencia de la aplicación Meta, Telegram ya tiene esta posibilidad en su versión Premium.
En situaciones donde es imposible escuchar una nota de voz, la mejor idea es utilizar Transcriber o alguna otra variante que lo pase a texto.
Se trata de un servicio totalmente gratuito, creado por terceros, que no requiere la instalación de ningún programa o aplicación. Además, funciona tanto para el móvil como para la versión web de la plataforma.
Cómo usar el bot “Alfred”
En primer lugar, hay que añadir el número de teléfono +14156809230 a la lista de contactos y guardarlo como Alfred The Transcriber, o como uno quiera.
Una vez que el bot está entre tus contactos, solo hay que interactuar con él como si fuese un contacto más. Entonces, de ahora en adelante, cada vez que alguien envíe un audio, solo hay que reenviar ese audio a Alfred y en pocos segundos estará el texto de ese audio.
Dato importante: la única limitación es que el archivo no supere los 60 segundos de duración.
Alfred es compatible con mensajes en español, inglés, francés y alemán. La principal ventaja frente a otras aplicaciones similares es que no se necesita instalar nada adicional en el móvil.
Cabe recordar que el usuario está compartiendo un mensaje con un bot y nunca se sabe quién está detrás. Si bien la conversación está encriptada, conviene ser prudente y no arriesgar información privada o sensible./Crónica
