El INDEC publicó los datos sobre la inflación correspondiente al mes de febrero. Aunque resultó ser menor de lo anticipado, la tasa mensual de inflación fue del 13,2%, aún manteniendo una cifra elevada, para los productos que forman parte de la canasta básica. Esta cifra marca una desaceleración en comparación con los registros del último trimestre, como se anunció desde Casa Rosada. En paralelo se conoció que para no ser pobre una familia necesitó casi $700.000.
En este sentido, se acerca más a las mediciones de noviembre, que registraron un aumento del 12,8% a nivel nacional, previo al importante salto en los precios que se observó en los últimos 33 años. Sin embargo, el Ministro de Hacienda, Luis Caputo, señaló que se espera un repunte en marzo, impulsado por factores estacionales y la reticencia de los empresarios minoristas a moderar los precios en los estantes. Como medida inmediata, el portavoz presidencial Manuel Adorni confirmó la liberación de las importaciones de alimentos durante su conferencia de prensa matutina habitual, con la esperanza de que la competencia libre estimule una reconsideración por parte de los empresarios.
Excluyendo algunas excepciones (abril, junio y octubre), Jujuy experimentó mediciones inflacionarias por encima del promedio nacional. El año pasado, cerró con un aumento acumulado del 225,7%, más de 14 puntos por encima del nivel general en Argentina. Esto resultó en una pérdida del poder adquisitivo del 100% para los trabajadores del sector público, considerando los últimos 8 años de gobierno del Frente Cambia Jujuy.
La nueva administración tampoco logró contener la depreciación salarial. En la primera etapa de las negociaciones de este año, se acordó un aumento del 30%, con la promesa de continuar discutiendo en marzo. Aunque los representantes sindicales aceptaron esta “mejora virtual” con protestas, reconocen que en términos reales no se traduce en un aumento significativo en los ingresos. Excluyendo el bono de $70,000 pagado en dos partes, el aumento anterior de aproximadamente el 10% se otorgó con los salarios de noviembre; en otras palabras, no hubo ajustes entre diciembre y febrero.
Como resultado, según la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos (DIPEC), el IPC acumuló un aumento del 46,7% en solo dos meses. Teniendo en cuenta las tendencias mencionadas anteriormente, se espera que el informe publicado por el gobierno unas horas después de su par nacional refleje un aumento de al menos +/- 2 puntos desde una base del 15%. Esto significa que durante febrero, los empleados estatales perdieron al menos 31 puntos en términos de poder adquisitivo, lo que resulta en un total acumulado que supera ampliamente el 130%.
El panorama no es alentador para la mayoría de los trabajadores formales en la provincia, y por lo tanto, tampoco para el sector comercial que depende en gran medida del consumo de esta población. La negativa a implementar una cláusula de actualización automática, junto con el proyecto de ley que declara la emergencia económica, la reducción en la transferencia de recursos coparticipables y las reducciones en los fondos disponibles para el gobernador Carlos Sadir, lo dejan con recursos aún más limitados que su predecesor inmediato, además de un importante volumen de vencimientos de deuda heredados.
Como dato adicional, el nivel de recaudación por impuestos provinciales disminuyó un 3% en comparación con enero, un efecto común en esta época del año según los registros históricos. Si bien la comparación interanual muestra un crecimiento del 217%, dada la reducción de otras fuentes de ingresos mencionadas anteriormente, los ingresos propios adquirirán una importancia inusual.
Durante el año 2023, Jujuy recibió un 119,5% más de fondos en concepto de transferencias no automáticas en comparación con el período anterior, convirtiéndose en la provincia del Noroeste Argentino con el mayor incremento en ese lapso. En cuanto a la coparticipación de recursos federales, registró el mayor crecimiento real interanual, con un 49,2% por encima de San Luis y La Pampa.
