La joven se quebró. No pudo sostener más la mentira y, ante la atenta mirada de los policías de guardia del hospital Orlando Alassia de Santa Fe, confesó. Dijo que no era cierta la versión del robo que había dicho al llegar y denunció que su hija había sido brutalmente golpeada por su pareja, un joven de 18 años que vivía con ella y sus dos chicos (de 2 y 4), desde hacía dos semanas.

La menor debió ser operada de urgencia, ya que presentaba desplazamiento de cráneo y hemorragias internas. La mujer de 23 años detalló que su relación con J.Z., como se identificó al agresor, cambió completamente cuando se mudó a vivir con ella y sus hijos. El vínculo se tornó violento y los más afectados fueron los niños a quienes golpeaba porque “lloraban mucho”.

En medio de su descargo la mujer, víctima de violencia de género, contó que su otro hijo había quedado en la vivienda de la calle Chaperauge al 1900, en la ciudad de Santo Tomé. Los oficiales dieron aviso a sus superiores y se envió un móvil policial para rescatar al niño.

Cuando los policías llegaron al lugar lo encontraron escondido debajo de su cama.

De acuerdo a lo informado por el Diario Uno de Santa Fe, en la madrugada del domingo 4 de abril, los policías llegaron a la casa, salvaron al chico y lo llevaron al hospital Alassia, donde fue revisado por los médicos y se constató que se encontraba fuera de peligro. El siguiente paso fue salir en búsqueda del autor de la bestial agresión contra los menores, que había escapado de la casa.

Algunas horas más tarde, los vecinos advirtieron a las autoridades que el joven había regresado a la vivienda. Cuando los policías llegaron al lugar lo encontraron escondido debajo de su cama. Lograron capturarlo y quedó detenido en la Subcomisaría 17 de Santo Tomé.

“El imputado actuó voluntariamente y con el objetivo de causarles la muerte a los menores”, aseguró la fiscal Cristina Ferraro al medio santafecino. “Les propinó golpes de puño al niño y a la niña cuando estaba a solas con ellos, debido a que la madre de las víctimas estaba en otra parte de la vivienda y el imputado la amenazaba para que no pudiera frenar la agresión”.

“El imputado actuó voluntariamente y con el objetivo de causarles la muerte a los menores”, aseguró la fiscal Cristina Ferraro al medio santafecino.

Tortura y violencia

Al ingresar a su celda, J. Z. fue recibido por los otros detenidos, que sabían los motivos por los que había sido trasladado allí, con una violenta tortura. Según indicaron fuentes policiales, los reclusos que se encontraban en la dependencia primero intentaron llegar a su celda para golpearlo, al no poder le impidieron salir de allí para ir al baño y además le arrojaron agua caliente.

Ante tal situación fue trasladado a otro sector de la dependencia para evitar represalias. Al llegar a la nueva ubicación varios agentes notaron que el muchacho se encontraba exaltado. “Comenzó a rezar a los gritos”, se informó aunque minutos después, los encargados de la custodia advirtieron que el hombre no realizaba ningún tipo de sonido por lo que fueron hasta la celda y observaron que había intentado quitarse la vida.

La Línea 144 para denunciar violencia de género funciona los 365 días del año las 24 horas.

De acuerdo a lo informado por el sitio AireSantaFe, los uniformados lograron salvarlo y poner en conocimiento de la situación al médico que lo revisó. Después informaron lo sucedido al fiscal en turno en la Unidad Especial de Homicidios, Martín Torres y al abogado a cargo de su defensa, Sebastián Amadeo del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal.

Tras el suceso, el mismo lunes por la tarde se ordenó el traslado del acusado hacia la Seccional 10 policial, con asignación de custodia y vigilancia.

“Los peores 15 días de mi vida”

El jueves, en la sala 1 del subsuelo de tribunales, la fiscal de homicidios Cristina Ferraro presentó las declaraciones de la víctima, que relató el infierno vivido en los 15 días que convivió junto al joven de 18 años.

Contó que había conocido al joven a través de Facebook hacía 3 meses, que estuvieron conviviendo un tiempo en la casa del papá de la joven. Sin embargo todo cambió cuando se mudaron a la casa de la familia del joven en Santo Tomé.

“Cuando llegamos acá, hizo un cambio abismal. Empezó a pegarles a mis hijos porque lloraban mucho; les pegaba golpes de puño y también con un palo de escoba. Me tenía amenazada que si decía algo me iba a matar a mí y a mis hijos. Fueron los peores 15 días de mi vida”, sostuvo la joven, según manifestó la fiscal en audiencia.

Medidas de protección para víctimas de violencia de género

Además, indicó que J.Z. la había amenazado y por eso su primera reacción fue mentir en el hospital. “​Fijate lo que vas a decir porque cuando vea un patrullero por acá lo mato a tu hijo también”, le habría dicho el acusado.

El acusado quedará en prisión preventiva en el marco de una investigación por tentativas de homicidio. “Lo ocurrido este fin de semana no fue un hecho aislado sino que, de acuerdo con lo que investigamos, desde hace tiempo el hombre de 18 años ejercía violencia física contra las tres personas con las que convivía”, remarcó la fiscal Ferraro a Diario Uno.

La salud de la niña

La fiscal Ferraro también informó sobre la salud de la niña de dos años, después de la brutal golpiza. Señaló que se encuentra en terapia intensiva con asistencia respiratoria, coma inducido y pronóstico reservado. Su hermano mayor, de cuatro años, también registraba varias heridas de larga data y más recientes. Entre ellos presentó un hematoma en el ojo y en la zona de la oreja. En su caso su vida no corre riesgo.

El pequeño llegó a declarar ante la justicia sobre el contexto en el que vivía. Su frase fue contundente: “Nos pega a todos, es malo”./Clarín

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