El dólar blue se encuentra a $182 pesos, según un relevamiento de Ámbito en casas de cambio de la Ciudad de Buenos Aires. En la primera semana de las medidas implementadas por el Banco Central imponiendo límites a la operatoria de dólares financieros, el dólar paralelo subió cinco pesos pero luego bajó y se ubicó en el valor que operaba el 13 de agosto. La brecha entre la cotización informal y el tipo de cambio mayorista se sitúa alrededor del 87% y en relación al minorista, al 77%.

Al mismo tiempo, el stock de reservas netas se ubica en torno a los u$s 6.400 millones, unos u$s 3.100 millones por encima del cierre de 2020. Sin embargo, el BCRA ha perdido más de u$s1.500 millones de sus reservas netas desde mediados de julio, cuando tocaron su máximo del año de casi u$s8.000 millones. Con una menor oferta de dólares por la exportación del agro y una mayor tensión a la dolarización, la mayoría de los analistas coinciden en que el Banco Central podrá sortear las fluctuaciones generadas por el clima electoral. La estrategia del organismo hasta ahora parece ser la de disminuir el volumen operado en los mercados de dólar financiero para mantener esa brecha controlada al menor costo posible en términos de reservas de dólar netas.

En este marco y con el gobierno negando el pronóstico de una posible devaluación, los especialistas consultados analizaron qué factores podrían incidir en el dólar alternativo.

  • El contexto electoral: “Sobre las elecciones argentinas siempre son una presión sobre el tipo de cambio incluso cuando estamos hablando de elecciones legislativas que no cambian la política económica de base. En la Argentina siempre ese ya es de por sí un factor de presión sobre el tipo de cambio porque tenés inversores que quieren dólares para sus carteras”, expresó el analista financiero Christian Buteler.

Para el economista Santiago Gambaro, las fluctuaciones en el dólar paralelo es por el “precio que ponen los inversores ante la incertidumbre que genera un año electoral y cómo se resolverán los problemas fiscales, monetarios y financieros”. Al mismo tiempo, afirmó que “colabora que no sólo no hay un consenso de ideas entre partidos, sino hacia adentro de cada coalición. Pesa más la falta de noción sobre la economía post electoral que los problemas macroeconómicos que pueda tener el país”.

  • Acceso a los dólares: “Cuanto vos más cerrás la posibilidad de acceder a los dólares con normativas que tuvimos sobre el CCL y el MEP ello despierta de por sí en el inversor un interés de dolarizar sus inversiones en peso porque van viendo que le van cerrando el acceso libre a los dólares y no saben cual es la próxima medida que pueda llegar a afectarlo, eso muchas veces o siempre produce un efecto contrario. En vez de tranquilizar el mercado cambiario produce una mayor presión con el correspondiente aumento en el valor de dólares adicionales”, afirmó Buteler sumando otro de los factores que pueden incidir.En ese marco, analizó cuáles son los comportamientos que tienen los mercados ante las restricciones: “Probablemente dolarice más de lo que tenía pensado dolarizar en un dólar MEP que le va a ser más sencillo hacerlo”. Según su perspectiva, el Banco Central no debería haber tomado esa medida: “Son dólares que no deberían involucrar perdida de reservas para el BCRA, podría dejarlo operar libremente pero esas restricciones terminan por impactar en el tipo de cambio” y sumó: “No es la traba del acceso a este tipo de dólares la manera en la que el gobierno podrá calmarlo. El mercado se adapta, buscará otras formas de poder acceder o cumplir nuevas normas que dispone pero eso no va a detener la necesidad de adquirir dólares o salir del peso por una moneda que te sirva como reserva de valor”.
  •  Emisión de pesos: “Cuando emitís más pesos de los que la demanda de dinero necesita esos pesos son una fuente directa de presión sobre el tipo de cambio y ese es el gran problema que tiene la Argentina. En los primeros diez días hábiles de agosto, el BCRA tuvo que emitir sólo para el Tesoro 200 mil millones de pesos, a razón de 20 mil millones de pesos por día, eso es presión automáticamente sobre los tipos de cambio. Frente a ese nivel de emisión al cual hay que agregarle la compra de dólares del BCRA que lo hace con emisión neta que es muy por arriba de lo que la demanda le exige a le economía es una presión directa”.

Frente a esta perspectiva, Gambaro marcó una postura distinta: “En el corto plazo no creo que se trate de problemas exceso de oferta monetaria, como suele pensarse desde el mundo financiero, sino más bien del precio que ponen los inversores ante la incertidumbre“.

Qué sucederá con la brecha cambiaria

Históricamente en la Argentina, un aumento de la brecha cambiaria tendría consecuencias por el aumento de las expectativas de devaluación que impacta sobre la inflación. Buteler pronosticó que podría llegar a incrementarse en lo que resta del año.

“Con un tipo de cambio oficial pisado y muy por debajo de la inflación, el resultante de esto será una mayor amplitud de brecha. De acá a fin de año con elecciones mediante, seguramente tengamos dólares libres creciendo por arriba de lo que crece el dólar oficial motivo por el cual la brecha se incrementará. Para saber cuánto se incrementará la brecha del dólar hay que saber cuántos pesos emitirá el gobierno” y argumentó: “No es la traba del acceso a este tipo de dólares la manera en la que el gobierno podrá calmarlo. El mercado se adapta, buscará otras formas de poder acceder o cumplir nuevas normas que dispone pero eso no va a detener la necesidad de adquirir dólares o salir del peso por una moneda que te sirva como reserva de valor”.

Gambaro, en contraposición, no ve un escenario que pudiera complicarse para el Banco Central: “Hasta las elecciones, con un mercado cambiario absolutamente segmentado, sin vencimientos fuertes en manos de extranjeros y con un Banco Central con mucho poder de fuego, no hay un motivo extra que pueda hacer saltar los tipos de cambio paralelos, sino más bien novedades de política económica que puedan hacer pensar que el dólar está barato porque se avecina una crisis. Los niveles de brecha cambiaria son un reflejo de los desequilibrios entre la oferta y demanda de divisas financieras y comerciales en un mercado segmentado por las distintas regulaciones”.

“En ese sentido, las brechas cambiarias son el precio que le ponen los inversores al riesgo asociado a invertir hoy en la Argentina“, concluyó.

Ámbito

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