En el marco de las restricciones cambiarias, los fabricantes de distintos productos importados temen desabastecimiento a nivel nacional. En este sentido, se mantiene una negociación contra reloj para que el Banco Central y la Aduana habiliten el ingreso de café, por ejemplo.
El temor creció a partir de los faltantes de papel higiénico y otros rubros de perfumería y limpieza, complicados por las restricciones a las importaciones.
A los fabricantes de café, en tanto, se les redujo el cupo de importación y por eso desde las cadenas de cafeterías y los fabricantes advirtieron que peligra el abastecimiento.
El sector de café debe salir a buscar financiación en el exterior, ya que lo que se adquiere por afuera de los cupos, establecidos en dólares, y no en volumen, comparados con 2020, en plena pandemia del Covid-19, se tiene que comprar a 180 días y nadie acepta estos plazos. Dichas líneas de crédito son caras o directamente inaccesibles y encarecen el producto.
Además, el café aumentó 150% su precio en el último año, por problemas climáticos que afectaron la cosecha.
Por el momento, se mantienen las conversaciones con el Banco Central a través de la Cámara Argentina del Café y de la Copal, que agrupa a las alimenticias.
Marcelo Salas, socio fundador de la cadena Café Martínez, alertó que la incertidumbre es “total”. “El stock varía según los diferentes locales pero en líneas generales tenemos para unos 60 o 70 días”, explicó. También habló Martín Cabrales, quien advirtió: “Puede faltar café en las góndolas”
“Si bien va entrando de a poco y le damos prioridad a nuestros franquiciados, no entra lo que necesitamos”, graficó.
Las empresas están evaluando importar café desde Guatemala y Honduras.
En el mercado local, sólo se tuestan los granos de café que luego se muelen y son envasados por los fabricantes.
Pero no todo es pesimismo: Martín Cabrales, referente del sector, se mostró confiado en que el tema “se va a solucionar próximamente, aunque sea en forma parcial, porque se tiene que ocupar el Banco Central”.
Como argumento ante el Gobierno, los fabricantes sostienen que el café es materia prima, no un bien terminado ni suntuario.
