La ex mandataria de facto boliviana Jeanine Áñez publicó este martes una carta dirigida “al pueblo boliviano” en la que aseguró que es víctima de “abusos” por parte del actual Gobierno y responsabiliza al presidente Luis Arce y sus colaboradores por si algo le llega a pasar en la cárcel, donde cumple con una prisión preventiva de seis meses por su participación en el golpe de Estado de 2019 a Evo Morales.
“Nunca tuve ni tendré la intención de irme de mi país como lo hicieron (los exgobernantes del MAS) en 2019, las y los que cobardemente renunciaron por no hacerse cargo de un país en llamas”, sostuvo en una extensa carta de siete páginas escritas a mano, que divulgó a través de su cuenta de Twitter.
En su descargo, Áñez afirmó que el Gobierno boliviano va en contra de una orden judicial que le permite recibir atención en una clínica para conocer su “verdadero estado de salud”, en tanto que remarcó que no confía en los médicos que la atienden y que le administran medicación “sin precauciones”.
“Ellos (los médicos) son parte del sistema de abuso y represión y ya han demostrado que están dispuestos a arriesgar mi vida inyectándome medicación de alto riesgo sin precauciones ni estudios previos, sólo con el fin de mantenerme en sus celdas”, denunció.
Sobre esta línea, identificó a las autoridades que, según ella, serán responsables si algo llega a suceder con su salud, entre las que mencionó al presidente Arce, al comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera; al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y al ministro de Justicia y Transparencia Institucional, Iván Lima, así como también a las autoridades del régimen penitenciario.
Además, indicó que desde su aprehensión, llevada adelante el pasado 14 de marzo, su casa quedó precintada y ni ella ni sus hijos pudieron volver a ingresar para sacar sus pertenencias ni los medicamentos que ella debe tomar, según publica Télam.
Por último, pidió que si “por uno u otro medio” muere, sea el “pueblo boliviano” el que vele por la seguridad de sus hijos y no se rinda ante la “dictadura”.
Áñez está con detención preventiva acusada de estar implicada en hechos de sedición y terrorismo que originaron la salida del poder de Evo Morales en 2019, proceso que, según el Gobierno, es encarado desde la condición de exsenadora y no como expresidenta de facto.
La Fiscalía General del Estado admitió tres de las cuatro proposiciones acusatorias presentadas por el Ministerio de Justicia: por haber tomado un préstamo irregular del FMI, por violación de la libertad de expresión en la cuarentena y violación de DDHH de ciudadanos bolivianos en la frontera con Chile.
