Desde el día 1 de abril, se elimina la regulación de precios para la yerba mate y el pan, gracias a un reciente decreto propuesto por el presidente Javier Milei. Esta acción representa un importante cambio en la manera en que se determinan los precios de dos productos esenciales en la alimentación y la tradición del país.
A partir del 31 de marzo, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), responsable de fijar los precios de la yerba hasta entonces, dejará de tener esa atribución. En su reemplazo, los productores tendrán la facultad de aceptar o rechazar el precio ofrecido por las industrias. Esta situación genera una situación de incertidumbre para los pequeños productores, dado que el precio estará ligado al volumen de stocks de yerba canchada que posean las industrias.
De acuerdo con las advertencias emitidas por el INYM, la eliminación de la regulación podría resultar perjudicial para los pequeños productores. Esto se debe a que, en caso de existir altas reservas de yerba canchada, es probable que el precio disminuya debido a la menor necesidad de adquisición por parte de las industrias. Además, la ausencia de un presidente en el INYM desde diciembre pasado contribuye a aumentar la incertidumbre en el sector.
Además, la conclusión del fideicomiso del trigo tendrá consecuencias en la economía, particularmente en el costo del pan. Este fondo, establecido en la administración previa, tenía como objetivo estabilizar los precios del trigo y proporcionar subsidios a las empresas molineras. Su supresión genera dudas sobre si el precio del pan aumentará en adelante, dado que durante su existencia logró mantenerse por debajo de los índices de inflación.
Según los datos recopilados por el Indec, se registró un marcado aumento en el precio de la bolsa de harina y el kilo de pan desde la implementación del fideicomiso en marzo de 2022. La eliminación de este fondo plantea incertidumbre respecto al futuro costo del pan y su influencia en la economía familiar.
