El presidente Javier Milei dio un paso audaz al frente al firmar un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que revoluciona la operatoria con tarjetas de crédito. Los cambios buscan simplificar el mercado, incorporar tecnologías digitales y eliminar comisiones fijas que recaían sobre los comercios, según el DNU.
El DNU, que lleva la firma del presidente Milei, tiene como objetivo principal la “fuerte desregulación y simplificación en el mercado de tarjetas de crédito”. La medida se enmarca en la necesidad de adaptar el sistema a los cambios recientes en modalidades de relacionamiento y tecnologías de digitalización.
Eliminación de comisiones fijas y derogación de la Ley N° 14.499
Una de las decisiones más destacadas es la eliminación de las comisiones fijas que los comercios debían pagar por las transacciones con tarjetas. La derogación de la Ley N° 14.499 se presenta como un paso fundamental para despejar obstáculos que, en algunos casos, actuaban como un freno al otorgamiento de créditos.
Principales cambios establecidos por el DNU
- Tasa de Financiación Transparente: Las entidades emisoras deben dar a conocer públicamente la tasa de financiación aplicada al sistema de tarjeta de crédito. Esto reemplaza las restricciones previas sobre las tasas de comisión para transacciones con crédito y débito.
- Ampliación de Entidades Emisoras: El concepto de emisor se amplía a cualquier entidad que emita tarjetas de crédito, no limitándose solo a entidades financieras, comerciales o bancarias.
- Intereses Punitorios No Capitalizables: Se establece que los intereses punitorios no serán capitalizables, evitando que los intereses no pagados se acumulen como capital.
- Resumen Detallado y Anticipado: Se exige que el emisor confeccione y envíe mensualmente un resumen detallado de las operaciones realizadas por el titular, preferentemente de forma electrónica, con al menos cinco días de anticipación al vencimiento de la obligación de pago.
- Unificación de Tarjetas Físicas y Virtuales: El DNU elimina la distinción entre tarjetas físicas y virtuales, reconociendo genéricamente cualquier instrumento de identificación del usuario, ya sea físico o virtual, magnético o de cualquier otra tecnología.
Estos cambios significativos representan un hito en la política económica del gobierno, buscando modernizar y adaptar el mercado financiero a las demandas actuales y futuras.