China está dando pasos significativos en su ambiciosa meta de convertirse en el país más tecnológico del mundo. En esta ocasión, científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, en Hefei, desarrollaron un robot químico con inteligencia artificial que puede producir oxígeno utilizando restos de asteroides.
El robot, equipado con un brazo robótico, ha analizado restos de asteroides, incluidos algunos de Marte, para determinar los procesos necesarios para generar oxígeno. Este proceso, conocido como catálisis, permite liberar oxígeno del agua. Lo sorprendente es que el robot con IA puede realizar este trabajo en cuestión de horas, mientras que un humano llevaría más de 2000 años para lograrlo.
Este avance no solo es relevante para la exploración espacial sino que plantea posibilidades de colonización en otros planetas. Con Marte como principal objetivo, la capacidad de generar oxígeno en el lugar podría ser crucial para establecer una colonia humana en el Planeta Rojo.
El robot, descrito como un “cubo” metálico con movimiento autónomo y brazo robótico, no solo está destinado a Marte. Los científicos sugieren que esta tecnología también podría aplicarse en la Luna y otros asteroides, abriendo nuevas perspectivas para la exploración espacial y la expansión de la presencia humana más allá de la Tierra.
Facilitando la supervivencia humana en Marte
Este desarrollo tecnológico podría superar uno de los mayores desafíos para la supervivencia humana fuera de la Tierra, proporcionando una fuente de aire respirable en Marte. Actualmente, las misiones espaciales deben transportar grandes cantidades de oxígeno, pero la capacidad de producirlo en el lugar podría reducir costos y complejidades logísticas.
Los científicos vislumbran un futuro en el que la inteligencia artificial y los robots químicos posibiliten la creación de una fábrica de oxígeno en Marte. Jiang Jun, coautor del proyecto, afirma que con solo 15 horas de irradiación solar, se podría producir una concentración de oxígeno suficiente para la supervivencia humana. Aunque estas perspectivas pueden sonar futuristas, los investigadores consideran que son alcanzables en el marco de la exploración espacial a largo plazo.
