El pasado 31 de mayo una familia qom, en Chaco, denunció el ataque y abuso por parte de efectivos de la policía.
Los uniformados ingresaron a la fuerza al domicilio, golpearon ferozmente a todos los integrantes de la familia y abusaron de las mujeres.
Por ese hecho, el pasado 10 de junio, cuatro policías: el oficial subayudante Cristian Eduardo Foschiatti, el sargento Cristian Omar Benítez, el cabo Cristian Ariel Flores y del agente Orlando Sergio Cabrera, fueron detenidos e imputados por los delitos de privación ilegítima de la libertad, vejaciones agravadas y torturas, allanamiento ilegal y apremios.
Sin embargo, tras un pedido de la defensa, el Ministerio Público Fiscal de Chaco entendió que eran personas de riesgo -por problemas de salud-, en el marco de la pandemia del coronavirus, y les otorgó la prisión domiciliaria.
A Flores por tener una fractura de tobillo, a Foschiatti y Benítez por tener asma y el argumento para ortorgar este beneficio a Cabrera fue que “no forma parte de grupo de riesgo frente al COVID- 19, cabe considerar que la situación sanitaria se está agravando en la región, siendo la provincia uno de los puntos más críticos de todo el país, por lo que este Ministerio Público entiende que, en este caso concreto, corresponde también realizar una morigeración de la detención”.
La querella, el Gobierno de la provincia incluida, apelarán la medida.