El Gobierno de Alberto Fernández se encuentra en la fase final de elaboración de los protocolos sanitarios a seguir en las elecciones nacionales, para minimizar los riesgos de contagio de Covid-19. Las medidas están siendo preparadas en manera conjunta por el Ministerio del Interior (encargado de organizar los comicios), el Ministerio de Salud de la Nación y los juzgados electorales de cada una de las provincias.
Entre las implementaciones se encuentra la figura del “facilitador sanitario“, funcionario que se encargará de que en cada establecimiento se sigan los protocolos establecidos. Deberá intervenir en cuanto a las medidas de higiene en cada edificio, ordenamiento en el ingreso de la gente, disposición de las mesas y aulas afectadas y ventilación de los espacios, entre otras cuestiones.
Según trascendió, en un principio se había pensado en incrementar la cantidad de mesas, disminuyendo la cantidad de votantes en cada una de ellas para evitar aglomeraciones. Sin embargo, por motivos logísticos (y tambien por la dificultad para encontrar autoridades), se decidió mantener las actuales 350 personas por mesa.
En cambio, se incrementarán los centros de votación, que pasarán de 15 mil a 19 mil en todo el país, para facilitar la desconcentración de votantes. Se estima que en cada edificio no habrá más de ocho mesas en funcionamiento.
En cuanto a la vacunación de las autoridades y personal afectado a los comicios, Interior delegaría esa responsabilidad en las provincias, que a su vez deberán coordinar el mecanismo con los comandos electorales de cada jurisdicción.
Según consigna Crónica, también se estudian cambios en la mecánica de votación para reducir los contactos entre las personas. Se recomendará a cada presidente y fiscal llevar su propia lapicera para las anotaciones que se deban realizar. Además, el votante no deberá entregar el documento para la verificación de su identidad, sino que sólo lo mostrará al presidente, quien leerá sus datos en voz alta.
A través de un acuerdo entre todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, el Congreso aceptó postergar los comicios para tratar de que una mayor parte de la población llegue vacunada a esa fecha. Finalmente las primarias se realizarán el 12 de septiembre, cinco semanas más tarde de lo que fijaba la ley, mientras que las legislativas fueron atrasadas 21 días y pasaron al 14 de noviembre.
