El Gobierno autorizó un plan de quita de subsidios para los servicios de luz y gas que se implementará a partir de julio, con incrementos que se aplicarán mensualmente en función de las expectativas de inflación futura.
En las próximas semanas, el Ministerio de Economía definirá los detalles del mecanismo que afectará a los usuarios de energía eléctrica y gas. El objetivo es reducir el consumo y hacer que los usuarios cubran un mayor porcentaje del costo real del servicio. La Secretaría de Energía, dirigida por Eduardo Rodríguez Chrillo, anunció que se modificará el diseño de las facturas para que todos los consumidores puedan ver el detalle del costo real del servicio y el porcentaje de subsidio que aporta el Estado.
El Gobierno había pospuesto los aumentos para evitar que impactaran en la cifra de inflación de mayo, que se espera esté por debajo de la de abril. Sin embargo, el plan de quita de subsidios retomará su marcha este mes, y desde junio, los usuarios residenciales comenzarán a pagar más por la energía y el gas. La medida quedó firme este miércoles a través de varias resoluciones publicadas en el Boletín Oficial.
Los incrementos en las tarifas alcanzarán un 155%, lo que llevará a los usuarios a cubrir el 65% del costo real de la electricidad. Hasta el mes pasado, los usuarios cubrían en promedio el 45% del costo.
El esquema de transición durará inicialmente seis meses. El objetivo a largo plazo del Gobierno es que los consumidores cubran el 100% del costo del servicio. Esta reducción de subsidios también se basará en una revisión de los usuarios inscritos en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) para verificar quiénes reciben subsidios y no deberían hacerlo, y para aumentar el número de usuarios que renuncian voluntariamente a la asistencia.
Con estas medidas, el Gobierno busca alinear los costos energéticos con la realidad económica del país, promoviendo un consumo más responsable y sostenible entre los usuarios.