Hace tres años un grupo de astrónomos descubrió este asteroide con forma cilíndrica y ahora los interrogantes que tenían comienzan a responderse. Los científicos estadounidenses aseguran que el asteroide interestelar en forma de cigarro 1I/Oumuamua, avistado por primera vez en 2017, podría ser un iceberg de hidrógeno, según un nuevo estudio liderado por Darryl Seligman, de la Universidad de Chicago.
“Desarrollamos una teoría que explica todas las propiedades extrañas de Oumuamua. Mostramos que probablemente está compuesto de hielo de hidrógeno. Es un nuevo tipo de objeto, pero parece que pueden aparecer muchos más en el futuro”, explicó el coautor del estudio Gregory Laughlin, profesor de astronomía en la Facultad de Artes y Ciencias de Yale.
Laughlin y Seligman afirman que “el comportamiento de Oumuamua puede explicarse si está compuesto de hielo de hidrógeno”. Aunque el hidrógeno es el elemento más común en el universo, rara vez se encuentra en forma sólida, ya que para que se solidifique se requieren temperaturas extremadamente frías.
“Cuando Oumuamua pasó cerca del Sol y recibió su calor, el hidrógeno derretido se habría evaporado rápidamente de la superficie helada, proporcionando la aceleración observada y también haciendo que Oumuamua adquiriera su forma extraña y alargada, de la misma manera que una pastilla de jabón se convierte en una delgada astilla después de muchos usos en la ducha”, dijo Laughlin.De acuerdo con el nuevo estudio, objetos que parecen icebergs de hidrógeno pueden formarse potencialmente en los densos núcleos de nubes moleculares en la Vía Láctea, que dan lugar a nuevas estrellas y sistemas planetarios.
Laughlin cree que este hecho “proporcionaría una nueva pista crucial para comprender las primeras fases de los procesos aún misteriosos que generan el nacimiento de estrellas y sus planetas acompañantes”.
La naturaleza de Oumuamua (que significa “primer mensajero”, en hawaiano) ha estado rodeada de misterios desde el día en que fue descubierto por los astrónomos de la Universidad de Hawái. Incluso, debido a su rara forma y a su comportamiento inusual, llevó a algunos científicos a preguntarse si se trataba de una sonda alienígena.
Oumuamua viajó por el espacio durante millones de años antes de ingresar al sistema solar. Ahora ha pasado más allá de la órbita de Saturno y, según las estimaciones, viajará otros 10.000 años antes de salir del sistema.