Tras haberla congelado durante la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro, Alemania y Noruega darán marcha atrás con la decisión y volverán a reanudar la asistencia financiera para proteger a la Amazonia de la deforestación. El triunfo de Lula en el balotaje del domingo ante el ultraderechista fue clave.

El primero en anunciar la reanudación de la ayuda fue Noruega, el lunes, luego de confirmarse el retorno al gobierno del líder petista que encabezó el Poder Ejecutivo brasileño entre 2003 y 2011.

El ministro noruego del Medio Ambiente, Espen Barth Eide, señaló que “en cuanto a Lula, hemos visto que durante la campaña electoral puso el acento en la preservación de la selva amazónica y en la protección de las poblaciones indígenas de la Amazonía”.

“Por eso estamos deseando tomar contacto con sus equipos lo antes posible, para preparar la reanudación de la colaboración históricamente positiva entre Brasil y Noruega”, añadió.

El país escandinavo, principal proveedor de fondos para la protección de la selva amazónica, había suspendido su ayuda a Brasil en 2019, el año en que Bolsonaro llegó a la presidencia.

Alemania también se pronunció en igual sentido, en palabras del secretario de Estado del Ministerio de Desarrollo, Jochen Flasbarth, quien dijo que el dinero del “Fondo Amazonas” está actualmente suspendido pero deberían volver a estar disponibles rápidamente.

Noruega, junto a Alemania aunque en menor medida, es el mayor contribuyente al Fondo de Conservación de la Selva Amazónica, considerado por los expertos como uno de los principales instrumentos -si no el principal- contra la deforestación de la Amazonía.

Ante la voluntad manifestada por Bolsonaro al llegar al poder de explotar la Amazonía, Oslo y Berlín habían congelado los pagos en 2019.

Desde la creación del fondo en 2008, el país escandinavo aportó 1.200 millones de dólares al fondo, que funciona según el principio “dinero contra bosques”, es decir que las ayudas anuales fluctúan en función de los resultados obtenidos en la lucha contra la deforestación. El gestor de dicho fondo el banco brasileño de desarrollo BNDES.

Bajo la presidencia del líder ultraderechista, la deforestación de la Amazonía brasileña se aceleró un 70%, una cifra escandalosa según Barth Eide, quien dijo que su país entró en “confrontación frontal” con Bolsonaro por esta cuestión.

Según el ministro, 5.000 millones de coronas noruegas (unos 482 millones de dólares) están esperando a ser utilizadas en el fondo de preservación de la selva amazónica./Ámbito

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