Sapos de caña, también conocidos como sapos bufo, marinos o gigantes, están apareciendo en el sur del estado de Florida (EE.UU.) como efecto de fuertes lluvias que los han sacado de sus madrigueras y creado perfectas condiciones para su reproducción.
“Mientras haya agua para reproducirse, los sapos de caña prosperarán”, afirmó William Kern, profesor asociado de la Universidad de Florida, quien se especializa en el manejo de plagas urbanas. “Estarán fuera de la superficie, alimentándose y reproduciéndose. Probablemente la gente los esté viendo ahora más”.
ICYMI: Cane toads are making an appearance in South Florida.
— Miami Herald (@MiamiHerald) June 3, 2020
The recent heavy rains have stirred up the toxic toads from their burrows and given them plenty of water to breed in — a big concern for many dog owners. https://t.co/hopXPF6bVr
Kern informó que esos anfibios suelen medir entre 10 y 15 centímetros y pueden incluso llegar a alcanzar unos 23. Poseen en su cabeza grandes glándulas triangulares que secretan una sustancia lechosa altamente tóxica, capaz de matar a gatos y perros. Si una mascota los muerde o lame, recibirá el veneno en su boca y puede sufrir convulsiones, pérdida de coordinación y paro cardíaco, recoge Miami Herald.
Los organismos que están al cuidado de la vida silvestre en la zona incluso alientan a los ciudadanos a matar a los sapos peligrosos si aparecen en su propiedad, pero advierten de la importancia de identificarlos correctamente y no confundirlos con los sapos nativos del sur, que son inofensivos.