Desde hace más de doscientos años, el ferrocarril fue testigo de múltiples avances tecnológicos. En la actualidad, surge una propuesta que podría revolucionar el sistema de transporte terrestre: el tren de levitación magnética.
La empresa italiana IronLev inició pruebas prometedoras, utilizando vías ferroviarias convencionales sin necesidad de modificaciones, lo que podría representar un gran salto en eficiencia y comodidad para este tipo de transporte.
¿Cómo funciona el tren?
El funcionamiento de este tren se basa en la tecnología Maglev, un sistema de levitación magnética que permite al tren desplazarse a velocidades que superan los 70 km/h en pruebas realizadas en pistas de aproximadamente dos kilómetros.
Esta tecnología no solo permite un viaje sin vibraciones, reduciendo significativamente el ruido, sino que también elimina la fricción entre el tren y la vía, ofreciendo una experiencia de viaje más suave y silenciosa.
Ventajas del sistema
Una de las mayores ventajas de este sistema es su capacidad para utilizar las infraestructuras ya existentes, lo que minimiza los costes y facilita la implementación de la tecnología a gran escala. El diseño de los patines del tren, en forma de “u” invertida, envuelve los carriles existentes, permitiendo que el tren levite sin la necesidad de energía eléctrica continua, gracias a una especie de “bolsa de aire” creada por el efecto magnético pasivo.
Los resultados preliminares de las pruebas fue altamente satisfactorios, mostrando no solo una reducción de emisiones gracias a su operación libre de combustibles fósiles, sino también una mayor eficiencia en el transporte. La implantación de esta tecnología no es nueva a nivel mundial, con ejemplos en China, Corea del Sur y Japón, donde se ubican algunos de los trenes más rápidos del mundo.
El próximo objetivo de IronLev es explorar la velocidad máxima que puede alcanzar esta tecnología en condiciones de prueba extendidas, con la esperanza de confirmar su viabilidad económica para una futura implementación más amplia.
Este avance promete transformar la manera en que concebimos el transporte ferroviario, combinando sostenibilidad, eficiencia y aprovechamiento de la infraestructura existente. Los próximos meses serán cruciales para determinar si la levitación magnética puede realmente ser la próxima gran innovación en el transporte por ferrocarril.
