Una heladería de Hong Kong ofrece un nuevo sabor inspirado en las manifestaciones masivas que se apoderaron de la ciudad antes de que empezara la pandemia de covid-19: gas lacrimógeno. El ingrediente principal de la nueva confección son los granos de pimienta negra, un recordatorio de los enfrentamientos con la Policía durante los meses de protestas el año pasado, reseña Associated Press.
“Sabe a gas lacrimógeno. Al principio se siente difícil respirar, y es muy picante e irritante. Me dan ganas de beber mucha agua de inmediato”, afirmó Anita Wong, una clienta que experimentó el efecto de los gases lacrimógenos en una protesta. “Creo que es un ‘flashback’ que me recuerda lo mal que me sentí en el movimiento, y que no lo debería olvidar”.
Se trata de una señal de apoyo al movimiento prodemocrático, que busca recuperar su impulso durante la pandemia de coronavirus, explicó el dueño de la tienda, quien habló bajo condición de anonimato para evitar repercusiones de las autoridades locales, que apoyan a Pekín.
“Nos gustaría hacer un sabor que les recuerde a las personas que todavía tienen que persistir en el movimiento de protesta y no perder su pasión”, apuntó el hombre.
En un esfuerzo por replicar el sabor del gas lacrimógeno, en la tienda probaron diferentes ingredientes, incluyendo wasabi y mostaza. La pimienta negra resultó ser lo más cercano con sus efectos irritantes para la garganta.
“Tostamos y luego molimos granos de pimienta negra enteros y los convertimos en ‘gelato’, al estilo italiano. Pica un poco, pero destacamos su retrogusto, que es una sensación de irritación en la garganta. Simplemente se siente como respirar gas lacrimógeno”, detalló el dueño de la heladería.
Según las autoridades de Hong Kong, se dispararon más de 16.000 rondas de gas lacrimógeno durante las protestas, que comenzaron por un proyecto de ley que habría permitido que los presuntos delincuentes locales fueran extraditados a China continental para ser juzgados. Aunque el proyecto fue retirado, las manifestaciones continuaron en contra de lo que consideran violaciones por parte de Pekín de las libertades civiles en la ciudad.