Zohra Shah, una niña pakistaní de ocho años, murió el pasado domingo a causa de la paliza que le propinaron sus empleadores por dejar escapar los papagayos de la familia en la que servía como niñera.
Los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Rawalpindi, en el norte del país. La niña, que era originaria de otra ciudad, llevaba varios meses trabajando en la casa ayudando a cuidar al bebé de la pareja.
El domingo, Zohra abrió la jaula de las aves exóticas de sus empleadores y los pájaros escaparon. Ese mismo día fue torturada por sus patrones y posteriormente llevada a un hospital, donde los médicos no pudieron salvarla.
Según un informe citado por el portal Pakistan Today, al observar el cuerpo de la niña la Policía detectó varias lesiones en la cara, las manos, debajo de las costillas y en las piernas. La menor también presentaba heridas en los muslos, lo que sugiere que podría haber sido violada.
Los empleadores de Zohra fueron detenidos bajo acusaciones de asesinato premeditado y violación, y permanecerán en custodia por lo menos hasta el 6 de junio.
Entre tanto, el crimen provocó una intensa discusión sobre el trabajo infantil en la sociedad pakistaní.
“Hablaremos de eso. Eso debe acabar”, comentó el caso la senadora Sherry Rehman, del Partido Popular Pakistaní.