Desde que se determinó que la pandemia del coronavirus , Bill Gates estuvo envuelto en una serie de teorías conspirativas en su contra, basadas en su producción en 2015 sobre una ola de contagios de un virus que pondría en jaque a todos los gobiernos del mundo.
Luego, sobrevinieron más críticas por la decisión del multimillonario magnate empresarial, informático y filántropo estadounidense de dedicar parte de su fortuna para tratar de conseguir una vacuna eficiente contra el covid-19 y fabricarla a gran escala.
Gates participó de una reunión virtual con periodistas en vísperas de la cumbre de donantes de una coalición destinada a facilitar el acceso a la inmunización para las poblaciones más vulnerables y respondió cada una de las acusaciones en su contra.
“Nunca tuve nada que ver con un microchip. Es difícil desmentir esto porque es muy estúpido y extraño , y repetirlo tantas veces pareciera que le da credibilidad. Lo que hace nuestra fundación es invertir dinero para comprar vacunas”, afirmó el fundador y ex Ceo de Microsoft.
“Es bueno saber qué niños recibieron una vacuna contra el sarampión y cuáles no. Hay sistemas necesarios que sirven como registro para los trabajadores de la salud para que puedan identificar quién fue vacunado, pero no hubo ningún microchip involucrado en absoluto”, afirmó.
Al ser consultado sobre las encuestas que están realizando en Estados Unidos para conocer si la población considera o no cree que en las mencionadas teorías, Gates comentó que le parece “un poco preocupante”, pero manifestó que “esto no impidió que los gobiernos de todo el mundo financiaran más esfuerzos para desarrollar una vacuna contra el coronavirus”.
El magnate contó que le pidió durante años a Donald Trump que tome más medidas para prepararse para una posible “guerra de microbios”.
“El mundo necesita trabajar en conjunto para desarrollar vacunas seguras y efectivas y asegurar que aumentemos la fabricación para poder llevarlas a quienes más las necesitan, y no a quienes pueden pagar más”, cerró.